Martes 22 de Octubre de 2019

Psicólogas entregan recomendaciones para enfrentar los temas contingentes

La pérdida de control y el rompimiento de las normas generan miedo y angustia, dos emociones que ayudan a creer más fácilmente en noticias que son falsas.

La situación que vive el país ha generado una ola de rumores como “Vecinos, saquearon el condominio del frente”; “Solo queda bencina hasta hoy”; “Escuché que mañana cortan el agua”. Estos comentarios, además de una serie de información falsa, generan un impacto importante en la salud mental de la población.  

Así lo señaló María Paz Altuzarra, psicóloga y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes en entrevista con el diario La Tercera. Plantea que lo que hemos observado en los últimos días, genera susto e incertidumbre en las personas, porque es sorpresivo y violento. “En una situación normal, las personas tienden a controlar todo, pero la incertidumbre genera un no control y eso angustia”, señala María Paz.

Ante los rumores y noticias falsas, la especialista dice que no se debe creer todo lo que leemos o vemos y es fundamental, revisar las fuentes. “Tampoco es bueno estar con la televisión encendida todo el día, debemos saber qué está ocurriendo, pero no tanto tiempo. Tanta información angustia más a las personas. Ayudar a limpiar, llevar comida a los bomberos, hacer algo productivo en la crisis y colaborar, también ayuda a disminuir la angustia. Comprar en el supermercado, devuelve un poco de control, pero no es la receta mágica. En el fondo, lo que tenemos que lograr es una preocupación normal frente a lo que está ocurriendo”, dice.

Ana María Rodríguez, psicóloga de la  Clínica Universidad de los Andes, conversó con Emol y recomendó aprovechar este tiempo para conectarse con los niños y, según su edad, ir conversando y preguntándoles cómo se sienten.

Si son niños, aprovechar para poder mejorar nuestra relación, juntarnos con ellos y conversar. Si nos ven que estamos tristes o con rabia explicarles también por qué, que no es culpa de ellos. Explicarles qué es lo que a uno le está pasando, pero sin sobredimensionar las cosas. Por ejemplo, si ven a una mamá o papá nerviosos que van al supermercado o van a hacer las colas para echar bencina, es muy distinto que, si te ven más tranquilo“, indicó la especialista.

Finalmente señaló que es recomendable “no exponerlos a imágenes fuertes de tanta violencia y transmitir que después las cosas van a estar mejor”.

Puedes revisar las notas de La Tercera aquí y la de Emol aquí