Miércoles 21 de Agosto de 2019

Tips para enfrentar las enfermedades psicológicas en el migrante

Separación de la familia, incertidumbre y adaptación a la nueva cultura son los principales motivos que afectan la salud psicológica de los inmigrantes en Chile. Experta de la UANDES explica cuándo acudir a un especialista.

¿Cómo se siente un migrante al llegar a un nuevo país? ¿de qué forma maneja sus expectativas, sus oportunidades, sus éxitos, fracasos y miedos? Según cifras del INE y del Departamento de Extranjería y Migración, el número de extranjeros residentes habituales en el país llegó a 1.251.225 al 31 de diciembre de 2018. En cuanto a su origen, un 23% corresponden Venezuela -el primer lugar-, luego Perú con un 17% y Haití con el 14,3%.

“Los inmigrantes son más vulnerables a padecer altos niveles de estrés, sobre todo cuando no obtienen los resultados que esperan y cuando perciben actitudes de hostilidad y rechazo hacia ellos. El estrés aculturativo (debido al proceso de adaptación) es mayor cuando las personas migran solas, o con serias dificultades, tienen problemas con el idioma o el estatus migratorio”, explica Livia Narbón, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes y experta en el tema migración.

“En el proceso de adaptación a un nuevo país hay distintas variables, como la personalidad del migrante, autoestima, costumbres, habilidades interpersonales, entre otros. También hay factores sociodemográficos como la edad, nivel de estudios, género, actitud y percepción de la migración que tengan las personas del país receptor. En este sentido, la aculturación es de tipo bidireccional y está totalmente condicionada por los miembros y políticas migratorias de la sociedad receptora”, comenta Narbón.

En este contexto, la académica detalla que la mejor estrategia aculturativa de los migrantes es la de integración, es decir, una actitud positiva hacia su cultura de origen y al mismo tiempo mantener relaciones próximas con la sociedad de acogida.

La experta afirma que el manejo de alteraciones emocionales y ajuste de expectativas del inmigrante debería partir desde las políticas que gestionan los flujos migratorios, que hasta ahora ha sido a través de algunas convenciones y decretos ratificadas por Chile, representando los primeros pasos hacia un modelo que considere la multiculturalidad como tal. En este sentido, Chile está empezando a implementar propuestas a nivel comunitario, en sus servicios públicos, centros educativos e incluso programas para la prevención del racismo y la xenofobia. “Según mi experiencia, los inmigrantes consultan por eventos vitales estresantes, en donde la separación con su familia es uno los temas que más angustia genera, ya que la reagrupación familiar puede tardar años. El fenómeno de las familias transnacionales es una gran fuente de preocupación, ya que sienten la responsabilidad de mandar remesas a sus familias que quedaron en el país de origen y con hijos que quedan al cuidado de otras personas. También acuden por trastornos por estrés postraumático, depresión severa o trastornos mixtos de tipo ansioso-depresivo”, aclara Narbón.  Y agrega que normalmente las principales dificultades que puede tener un inmigrante para consultar en servicios de salud en Chile suele ser la incapacidad para costearlo o el desconocimiento del funcionamiento mismo, así como algunas restricciones legales (el RUT suele darse al año aproximadamente de residir en el país), no contar con seguro de salud, dificultades con el idioma y aspectos culturales (qué se entiende por salud/enfermedad; rol del profesional versus curandero; terapias alternativas, etc.).

¿Cómo darse cuenta de que necesita ir a un especialista?

Livia Narbón detalla varios síntomas ante los que se recomienda pedir apoyo médico:

  • Si observa cambios en cuanto al ánimo (tristeza intensa, ánimo cambiante, soledad).
  • Dificultades del comportamiento (agresividad, adicción a las drogas o al juego).
  • Sensación de no pertenencia o “estancamiento”, por lo que tuvo que dejar atrás (duelo migratorio).
  • Ideación suicida.
  • Emigrar en situaciones muy adversas (guerras, conflictos armados o situaciones paupérrimas).
  • Formar parte de familias transnacionales (sobre todo aquellos responsables del envío de remesas al país de origen) y que no cuentan con red de apoyo en el país receptor.
  • Aquellos cuya cultura de origen es muy distinta a la de acogida (por el idioma, costumbres, religión, ciertos códigos sociales, etc.).