Lunes 19 de Octubre de 2020

Alumnos diseñan dispositivo médico y son finalistas en concurso de banco Santander

Motivados por la crisis sanitaria que se expandió a nivel global, observaron una serie de problemas en distintos procesos que ponían en riesgo al personal de la salud.

Matías Lagos, alumno UANDES; Matias Orellana, alumno PUC y Matias Bobadilla, alumno de la San Sebastián. (Felipe San Martín, egresado PUC, no aparece en la imagen).

Un alumno de Medicina de la Universidad de los Andes y otro de la San Sebastián junto a un estudiante y un egresado de Ingeniería de la Universidad Católica crearon LarinGo, un videolaringoscopio accesible y de bajo costo, que busca dar garantías al personal médico ante la exposición de pacientes con Covid-19, reduciendo el riesgo de contagio al aumentar la distancia en procedimientos de intubación.

Los jóvenes, que se conocen hace varios años, decidieron crear este dispositivo médico, luego que los dos estudiantes de Medicina observaran los problemas que presentaba intubar a una persona y las dificultades que existían en aquellos centros de Salud que no poseen un videolaringoscopio, debido a su elevado costo de adquisición, y que solo usan un laringoscopio tradicional, aumentando así el riesgo de contagio de Covid-19.

“La idea de crear LarinGo nació cuando observamos que se podrían utilizar cámaras de inspección pequeñas acopladas a un laringoscopio. Juntamos esa idea con la pandemia y vimos que podíamos realizar este dispositivo médico a menor costo, utilizando tecnología de impresión 3D”, explicó Matías Bobadilla, alumno de Medicina de la Universidad San Sebastián.

Matías Lagos, estudiante de 7mo año de Medicina de la Universidad de los Andes, afirmó que analizaron los dispositivos actuales y sus características, adaptándolos a las exigencias requeridas de los distintos especialistas y de acuerdo con el estudio anatómico de la vía aérea. “Al mismo tiempo, fuimos realizando modificaciones en la ergonomía y pruebas de resistencia para que el dispositivo estuviese preparado para soportar las fuerzas involucradas y fuese 100% seguro. Mientras hacíamos esto, también fuimos probando distintos materiales que cumplieran con todas estas necesidades”, dijo.

Fue así como desarrollaron la idea junto a Felipe San Martin y Matías Orellana, ingenieros civiles de la Universidad Católica, y postularon al concurso Ideas X, organizado por el banco Santander, donde fueron pasando las distintas etapas y hoy son finalistas. Actualmente están a la espera de los resultados del concurso, donde podrán acceder a la etapa de aceleración temprana del proyecto y, posteriormente, producir el producto.

Según sus creadores, una de las ventajas de LarinGo es su bajo costo. “Un videolaringoscopio cuesta entre 1,5 millones a 10 millones, mientras que un laringoscopio vale $150.000. Lo que nosotros estamos proponiendo es que LarinGo, cueste lo mismo que un laringoscopio tradicional; eso quiere decir que bajaríamos el costo 10 veces en relación con lo que cuestan actualmente”, afirmó Matías Bobadilla.

Junto a esto, mejora la visibilidad del médico cuando realiza una intubación, ya que al tener integrada una cámara HD, que va mostrando el proceso en una pantalla, se logra entrar directamente a la vía aérea del paciente, sin tener que manipular un dispositivo para evitar dañar las cuerdas vocales.

Además, evita que el médico se acerque al paciente contagiado con Covid, aumenta su campo visual y se puede realizar el procedimiento de forma mucho más fácil y segura.

Validaciones

Actualmente, los alumnos están en la etapa de validación del proyecto y para esto se encuentran trabajando con sus respectivas universidades.

Las tres universidades nos están ayudando con las validaciones, las que tienen que ser técnicas y por juicio experto, es decir que la herramienta cumple las mismas funciones y tiene la misma utilidad que un videolaringoscopio que se utiliza en los centros de Salud”, afirmó Matías Orellana.

Anil Sadarangani, Director de Innovación UANDES, explicó que los alumnos están trabajando junto a Marcelo Parra, Director del Centro de Simulación de la Facultad de Medicina UANDES y que están siendo apoyados por la Dirección de Innovación de esa casa de estudios.

“Buscamos articular, gestionar y poder entregar valor a la sociedad. En este caso, son nuestros alumnos los que han constituido un equipo multidisciplinario para poder entregar una metodología y un producto de fácil acceso, bajo costo y rápida implementación en el mercado de diagnóstico médico”, aseguró Sadarangani.

Matías Lagos, estudiante de la UANDES, dijo que “tempranamente nos contactamos con el área de Innovación de la Universidad, que inmediatamente se interesó en el proyecto y puso a nuestra disposición el centro de simulación clínica, impresoras 3D, contactos y su conocimiento en el tema. Adicionalmente contamos con el apoyo de la Escuela de Medicina, liderada por el Dr. Monckeberg, con quienes estamos en proceso de desarrollar estudios de validación sobre el prototipo y dar un aporte en la educación médica de las siguientes generaciones”.