Miércoles 14 de Septiembre de 2022

Entrevista a investigadora del Max Planck Institute sobre archivística

Recientemente comenzó el curso de Archivística a cargo de la investigadora del Max Planck Institute, Benedetta Albani, quien aborda desde el significado e importancia de la disciplina archivística general, hasta la forma de trabajar los documentos eclesiásticos in situ. En su primer encuentro la bienvenida estuvo a cargo de Monseñor Carlos Godoy, Obispo Auxiliar de Santiago.

¿Cuáles eran tus objetivos?

Tenía dos objetivos principales. El primero era ofrecer un espacio de formación académica y profesional sobre archivística eclesiástica, que es una rama específica de la archivística, es decir la disciplina que estudia los archivos, su historia, su formación y su administración desde la perspectiva teórica y práctica. La archivística eclesiástica se ocupa de los archivos formados por instituciones eclesiásticas y necesita considerar algunas particularidades de dichas instituciones. Si la oferta formativa en archivística es bastante pobre, aquella en archivística eclesiástica es todavía más reducida. Por esta razón durante el curso nos hemos dedicado a estudiar las varias tipologías de archivos eclesiásticos y la historia de las instituciones que los han formado (diócesis, parroquias, iglesias catedrales, órdenes religiosas, cofradías entre otros)

Mi segundo objetivo era mostrar los estrechos vínculos entre la historia y los archivos y especialmente entre la historia del Papado y de la Curia Romana y los archivos eclesiásticos. Por esta razón he dedicado varias horas durante el curso a la historia de los órganos que asesoran al pontífice en el gobierno de la Iglesia universal, la Curia Romana, y a la diplomática pontificia, disciplina que nos ayuda a identificar e interpretar correctamente los documentos despachados por los varios órganos curiales a lo largo de los siglos.

¿Porqué es importante estudiar esto en Chile?

Desde mi punto de vista es importante tener conocimientos sobre estos aspectos porque nos ofrecen una metodología y herramientas científicas para conocer nuestro pasado. Esto permite también comprender mejor y valorar el riquísimo patrimonio histórico chileno. Por varias razones, en Chile, como en mucho otros países, es difícil hoy conseguir una formación especializada en archivística eclesiástica, en latín, en historia del papado y de la Curia Romana. El curso quería también despertar interés sobre estos aspectos que resultan de gran utilidad para historiadores y otros investigadores de las más diversas disciplinas.

Los archivos eclesiásticos conservan verdaderos tesoros en cuanto a la antigüedad e importancia de los documentos. Se trata además de documentos que nos hablan de los más variados aspectos de nuestra sociedad: desde los temas más propiamente religiosos y eclesiológicos, hasta temas de historia social, de economía, de artes y música, de política.

¿Cuál es su vigencia en la actualidad?

Contrariamente a lo que muchos opinan, los archivos son instituciones vivas en las cuales se sedimenta en el tiempo la actividad de una institución. Los archivos históricos constituyen solo una de las tipologías de archivos. Hay también archivos de gestión, archivos de depósitos, archivos medios etc. que acompañan a las instituciones en sus distintas etapas. La archivística, por lo tanto, es una disciplina muy actual y que, por su propia naturaleza tiene que lidiar continuamente con el pasado y con el presente. Es muy sensible a las innovaciones técnica en materia de conservación de documento, restauración de los mismos, así como de su descripción e inventariación. En el curso participaron también archiveros que se ocupan de archivos de gestión (es decir los archivos que se están formando hoy en día) y que estaban interesados en aprender sobre las técnicas y los métodos de gestión de archivos.

¿Cómo viste a los alumnos?

Me encantó el grupo de alumnos que participó del curso. El primer día pedí a cada uno de los participantes de presentarse y la imagen que surgió de las presentaciones reflejaba muy claramente todos los distintos grupos que por varias razones gravitan alrededor de los archivos: los investigadores/as y los investigadores/as en formación (profesores/as, doctorandos/as, estudiantes de magister), los directores/as o encargados/as de archivos de varias instituciones eclesiásticas (diócesis, catedrales, parroquias, órdenes religiosas), el personal que trabaja a diario en los archivos (custodios, secretarios/as, cancilleres/as etc.). Esta gran variedad en el grupo ha permitido desarrollar discusiones extremadamente interesantes que han tocado elementos teóricos y prácticos, así como la experiencia directa de los participantes. Algunos de los participantes viajaron desde otros países y su experiencia ha enriquecido todavía más el curso.

¿Cómo fue la organización del curso?

Con las Dras. Alexandrine de la Taille y Macarena Cordero, profesoras de la Universidad de los Andes, hemos empezado a organizar este curso en 2019 pero por varias razones hemos tenido que aplazarlo hasta este año. Todas las personas y las instituciones que participaron de la organización (el Instituto de Historia y el Centro de Estudios Históricos de Religión y Cultura de la Universidad de los Andes y por el Archivo Histórico Arzobispal de Santiago de Chile) han hecho un trabajo enorme en estos años y estoy muy agradecida por haber hecho posible la realización de esta actividad. Ha sido además en verdad un regalo poder trabajar a diario en la acogedora sede del Archivo Histórico Arzobispal de Santiago donde hemos podido tener contacto directo con documentos de instituciones eclesiásticas (la diócesis, parroquias, cofradías y más) y de la Curia Romana. Estos talleres de diplomática pontificia han sido particularmente interesantes e innovadores ya que no es común poder dictar un corso de este tipo teniendo a mano los documentos originales. Mis agradecimientos van por lo tanto a la Mtra. Rosario Willumsen, encargada del archivo, a su equipo y al Arzobispado de Santiago por su generosa acogida.