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Lunes 20 de Enero de 2020
En general la mayoría indica que deben permanecer entre los 6º C y 25º C, sin embargo, existen excepciones.
Las altas temperaturas pueden generar una serie de impactos en nuestro organismo, y también, si no tomamos las precauciones necesarias, corremos el riesgo de que afecten nuestros medicamentos lo que puede implicar importantes efectos en nuestra salud.
Marta Valdebenito, Químico Farmacéutico y académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad de los Andes, indica que “los medicamentos deben ser conservados según las indicaciones que señala el fabricante, es por esto que los medicamentos deben ser guardados en su envase original, esto es fundamental para que mantengan su actividad farmacológica”.
En general la mayoría indica que deben permanecer entre los 6ºC y 25º C, sin embargo, existen excepciones.
“Los más propensos a sufrir alteraciones con las altas temperaturas son los semisólidos, como supositorios, ya que se licúan; y algunos inyectables que vienen en solución o suspensión, como es el caso de anticoagulantes, insulinas, algunas vacunas, algunos antibióticos y colirios, que deben mantenerse a temperaturas entre 6 y 8ºC”, señala la especialista.
En esta misma línea, indica que hay medicamentos que no deben perder la cadena de frío desde su fabricación hasta el momento de la administración, de lo contrario pierden su eficacia.
Sobre los efectos que puede generar la ingesta de medicamentos en mal estado, Marta señala que en “casos pueden llegar a ser graves, ya que el medicamento pierde su actividad farmacológica. En el caso del uso de anticoagulantes, e insulinas es muy grave, sin embargo, en otras situaciones pueden tener menor impacto en la salud. Todo esto depende del medicamento en particular”.
La académica precisa que en cualquier situación en la que un medicamento esté expuesto a condiciones ambientales (como por ejemplo, temperaturas extremas, sobre los 30ºC o inferiores a los 6ºC ) que no están recomendadas para ese producto en particular, el medicamento pierde su efecto farmacológico, pero, no se transforma en un compuesto tóxico, pero pierde su efecto terapéutico.
Finalmente, la especialista recomienda guardar los medicamentos en un lugar seco, fuera del alcance de los niños y que no estén expuestos a ningún foco de luz o calor directo.