Miércoles 29 de Julio de 2020

La Constitución y el valor de las reglas

En el Café Virtual organizado por Signos UANDES se conversó acerca del Estado de Derecho y el valor de las reglas y las instituciones en el seno de una democracia.

El 15 de noviembre de 2019 se firmó el “Acuerdo por la Paz Social y nueva Constitución”, esto tras conversaciones intensas entre parlamentarios de todas las fuerzas políticas del país. Este camino hacia una eventual nueva Constitución se ha visto truncado por los efectos de la pandemia y se retomará en octubre próximo. Asimismo, durante la crisis sanitaria se ha entablado la duda sobre la admisibilidad de ciertos proyectos de ley y los límites de las atribuciones de los distintos poderes del Estado. Por esta razón, el último Café Virtual, organizado por Signos UANDES contó con la participación de José Ignacio Martínez, Decano de la Facultad de Derecho, y José Francisco García, profesor de la Pontificia Universidad Católica, quienes reflexionaron, en una conversación moderada por Daniel Mansuy, acerca del Estado de Derecho y el valor de las reglas y las instituciones en el seno de una democracia.

Sobre la aparente crisis institucional que vive nuestro país, José Ignacio Martínez sostuvo que pareciera que esto es algo más que un mero proceso de  deterioro constitucional, “es mucho más profundo, vinculado con lo constitucional, pero que de alguna manera es previo. La crisis actual refleja una pérdida de acuerdo en lo fundamental, y que afecta dos aspectos claves: el Estado de Derecho y la Democracia”.

José Francisco García advirtió cierta preocupación por el descrédito de las instituciones de la democracia constitucional siendo este un fenómeno de hace años, en su visión, y en particular, del congreso y de los partidos políticos. “Lo que se ha visto recientemente es cómo se han ido distanciando la práctica constitucional de la práctica política. La Constitución, además de texto, es lo que los anglosajones llaman la unwritten constitution, o sea las prácticas que acompañan al texto. Entonces si esta es una práctica política con interpretación libre de la Constitución, no va a importar mucho que esté muriendo, deslegitimada, desacreditada, pues si la práctica política se mantiene de manera intensa, va a seguir en una nueva Constitución”.

En relación a la aprobación del retiro del 10% de los fondos previsionales mediante una reforma a la Constitución y la discusión acerca de la constitucionalidad de ciertos proyectos y su admisibilidad, el Decano de la Facultad de Derecho UANDES comentó que “el evadir las reglas del juego no es un tema que se reduzca sólo al cumplimiento de las normas que expresamente están consagradas en la Constitución, sino que también hay un tema de espíritu constitucional, lo que los alemanes llaman la lealtad constitucional. En el fondo es lealtad al Estado Derecho a la Democracia, y supone no torcer las reglas escritas y no escritas de la Democracia. Lo que ha pasado en Chile en el último tiempo con proyectos de ley que son marcadamente inconstitucionales es claramente un síntoma de deterioro bastante complejo”.

Martínez señaló que los equilibrios constitucionales y la separación de poderes, es un tema clave. “El equilibrio de poderes es un problema clave, pero que va mucho más allá de la forma de gobierno, es decir, hay algunos ingredientes o supuestos que, independiente de la forma de gobierno que adoptemos, si no están, el sistema no va a funcionar o funcionará tarde o temprano, pero mal, mostrando su falencia”.

Hizo énfasis en los problemas de los sistemas electorales y la representatividad, y al respecto sostuvo que al apostar por un sistema electoral que persigue el máximo de representatividad, como el proporcional no corregido y actualmente vigente, se deja de lado el valor de la estabilidad política y se favorece la fragmentación y sobre-representación política, y con ello, las posiciones más extremistas y populistas. Acerca de esta materia, García explicó que el “el tercio más uno es fundamental porque es lo que saca el Presidente por acusación constitucional, sin esto no defiendes tus vetos. Si tu propia coalición o parlamentarios no defienden la posición del gobierno, habría tres bloques: la oposición, la oposición al gobierno de centroderecha y luego el oficialismo. Esto sería algo realmente insostenible”.

Por su parte, y a propósito del plebiscito constitucional fijado para octubre próximo y la factibilidad de realizarlo a raíz de la crisis sanitaria, José Francisco García dijo que “en general existe un consenso de que la crisis sanitaria ha cambiado el escenario respecto al proceso constituyente y me parece que se han ido tomando los resguardos necesario. Asimismo, también debo decir que he visto demasiada excusa para no enfrentar este proceso. Creo que hay que separar las razones de índole estrictamente sanitarias con otras razones de mérito, por legítimas que sean, para evitar el proceso constituyente que está hoy día en la reforma constitucional de la ley 21.200”.

Otro de los temas analizados fue el surgimiento de una tercera alternativa para desarrollar el proceso constituyente, consistente en que el Congreso elegido el próximo año sea el encargado de redactar la nueva Carta Magna. Sobre este punto Martínez explicó que la idea de una nueva Constitución se relaciona con los problemas de legitimidad que se le imputan por muchos a la actual. Sostuvo que el acuerdo de noviembre en que se generó el proceso constituyente surgió en un ambiente de violencia desconocido en nuestra democracia, lo que es grave precisamente desde el punto de la legitimidad de origen de la eventual nueva Constitución. “Creo que las circunstancias permiten pensar con toda tranquilidad que si se opta por un camino que sea el de un congreso constituyente, a mí me parece que es bastante razonable”, dijo.

El Decano de la Facultad de Derecho UANDES también levantó su preocupación frente a los costos económicos que conlleva el proceso, que calculó en más de cien mil millones de pesos. “Me da la impresión de que dándole la oportunidad a que sea un congreso constituyente elegido el próximo año el que elabore la Constitución con un plebiscito de salida, desde luego, con participación democrática del pueblo, nos permitiría que durante este lapso, que va desde ahora hasta finales del actual gobierno, nos hagamos cargo de esos problemas que aún no han sido resueltos, como la reforma previsional y el sistema de salud, educación pre-escolar y escolar, y seguridad pública, entre otros”.

José Ignacio Martínez concluyó su participación diciendo que los “sistemas perfectos no existen. Lo esencial es reivindicar, y es lo que yo creo que tenemos que hacer los profesores de Derecho Constitucional desde las aulas, los límites de la Constitución, de lo constitucional, de los sistemas constitucionales. Los sistemas constitucionales van a funcionar en la medida en que exista un acuerdo básico en lo esencial, y esto es el respeto irrestricto a la Democracia y al Estado de Derecho”.

José Francisco García cerró su participación haciendo hincapié en que “ la lealtad constitucional, el patriotismo constitucional, la conciencia constitucional no son categorías que enseñamos en nuestras clases, sino que es algo que tiene que ser vivida por los chilenos y chilenas. Además, tenemos que también tener cierta sobriedad de reconocer que no somos capaces de refundar nuestra propia evolución constitucional y nuestras instituciones, pero sí hay una oportunidad de que los chilenos de hoy contribuyan con los desafíos de hoy y actualicen y perfeccionen una Carta y reglas que fueron pensadas hace 40 años”.

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