Viernes 9 de Mayo de 2025

Centro Signos recibe al filósofo Matthew Crawford en reflexión sobre la crisis de la atención

En su primera visita a Chile, el académico estadounidense abordó los desafíos culturales que impone el capitalismo actual sobre la atención humana y su impacto en la vida pública, la sociabilidad y la educación.

La jornada académica, organizada por el Centro Signos de la Universidad de los Andes, fue el escenario de una conversación con el filósofo Matthew Crawford, doctor en Filosofía por la Universidad de Chicago y profesor en la Universidad de Virginia, reconocido internacionalmente por su análisis de la atención como fenómeno cultural y político. En su visita, Crawford ofreció una profunda reflexión sobre la manera en que la cultura contemporánea ha transformado la atención en un recurso disputado por intereses comerciales, comprometiendo la libertad de pensamiento y la posibilidad misma de educarse.

A partir de su experiencia como autor de El mundo más allá de tu cabeza, Crawford compartió casos cotidianos que ilustran cómo la atención es capturada constantemente, incluso en situaciones tan comunes como pagar en un supermercado o esperar en un aeropuerto. “Durante los segundos entre deslizar la tarjeta e ingresar la clave, me di cuenta de que alguien había identificado ese momento como una oportunidad para insertar publicidad. Ahí comprendí que se había abierto una nueva frontera del capitalismo.”

A juicio del filósofo, la educación liberal —aquella que busca guiar hacia fuera del presente para ampliar nuestra comprensión del mundo— se ve seriamente amenazada por esta economía de la distracción. “La atención se ha convertido en un bien escaso. Su apropiación por medios mecanizados erosiona el espacio público, debilita la posibilidad de encuentro humano y restringe nuestra capacidad de pensar de manera sostenida y profunda.”

En ese contexto, propuso el concepto de los “comunes de atención”: recursos compartidos e invisibles, como el silencio o la contención, que permiten la reflexión y la creatividad, y cuya pérdida no se registra en las estadísticas económicas, pero impacta directamente en la calidad de vida. El silencio, como el aire limpio, no se valora hasta que desaparece. Sin silencio, no es posible educarse ni crear. Hoy, el silencio se ha vuelto un lujo.

Crawford también advirtió sobre el riesgo de reducir la atención a un problema meramente tecnológico. “La distracción no es solo un fallo individual, sino una pregunta cultural: ¿a qué le prestamos atención?, ¿qué tiene valor?”, afirmó, subrayando que recuperar la capacidad de atención exige entrenarla como un hábito, una forma de resistencia frente al ruido constante.

Apoyado en pensadores como Simone Weil y William James, destacó la dimensión ética y espiritual de prestar atención: “Cada vez que uno se concentra, destruye algo del mal en uno mismo. La atención es una forma de oración”.

Su conferencia también dio pie para algunos cuestionamientos, como, por ejemplo, la pregunta: si el capitalismo depende de la intensificación constante de estímulos, ¿es compatible con una vida humana que aspire a la libertad, la contemplación y la educación profunda?

El encuentro concluyó con los comentarios del decano de la Facultad de Ciencias Sociales e investigador de Signos, Matías Petersen; Diego Honorato, director del Departamento de Humanidades del Centro de Estudios Generales; y Cristina Crichton, directora del Departamento de Filosofía de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez. Sus intervenciones permitieron cerrar la jornada con una reflexión en torno a la atención como un bien escaso y profundamente humano, resaltando la urgencia de recuperarla en una cultura que tiende a dispersarla.



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