Miércoles 27 de Abril de 2022

Dos alumnas del PMR relatan su experiencia en el programa

Las alumnas de la Facultad de Educación, Adia Riquelme y Carolina Coloma, cuentan sus experiencias y los procesos que las llevaron a estudiar Pedagogía Media en Religión Católica (PMR) luego de haber cursado y ejercido -en el caso de Carolina- otras carreras antes.

Pedagogía Media en Religión, es una carrera relativamente nueva, que comenzó a funcionar desde 2017 y este 2022 recibió a 21 nuevos matriculados.

“Me di cuenta de que la educación era lo mío”

Adia Riquelme, alumna PMR

Adia Riquelme, quien antes estudió periodismo, también en la UANDES; hoy es alumna de PMR. El proceso de transición a otro campo de estudio, Adia lo describe como una decisión “que tomé porque a lo largo de Periodismo fui asumiendo ayudantías de cátedra y correctoras y esto me permitió darme cuenta de que para ser ayudante no basta con aparecer en el programa de presentación de un profesor, sino que tenía que vincularme con los alumnos, saber sus inquietudes y sus preocupaciones”, relata.

Fue, en una experiencia cuando acompañó a los profesores de Religión del Colegio Los Nogales de Puente Alto, la que la hizo decidirse por estudiar Pedagogía Media en Religión en la UANDES, porque para ella le entregó “las herramientas necesarias para poder ser la profesional que soy hoy. Por recomendaciones de otros profesores supe que era un buen lugar para formarme como profesora de verdad. Estudiando periodismo, se me dieron las oportunidades para yo definir mis metas y el rubro al que quería apuntar. Me di cuenta de que la educación era lo mío, el contacto con los alumnos en sala era algo que no quería perder. Pero ¿cómo seguir siéndolo si sólo hacía ayudantías?”

 Adia cuenta que meses después de titularse de periodista, recibió una oferta laboral en una feria que organiza la Universidad para encontrar trabajo. El aviso decía: Se buscan profesionales que quieran ser profesores. “Yo dije esta es la mía. Era periodista, licenciada en Comunicación Social, pero anhelaba ser profesora. Este aviso pertenecía a Fundación Trabün, que se dedica a potenciar el aprendizaje socioemocional de los alumnos bajo el lema “jugando se aprende” en las asignaturas de Orientación y Religión. Así fue como me sumergí en este mundo de la educación, eligiendo ser profesora de Religión”.

La alumna describe que su propósito de elegir este trabajo “era buscar la forma de vincularme con los alumnos demostrándoles a ellos que la santidad se vive en el día a día, y que consiste en algo tan simple como hacer el bien por el otro. Cada vez que converso con algún alumno, me doy cuenta de que el concepto de profesor de Religión que tienen es uno muy lejano a ellos, sienten que la Religión no es algo compatible con sus vidas. Reencantar a los alumnos con un aprendizaje lúdico propio de Trabün, es algo que me apasiona. Llegar un lunes por la mañana y escuchar a tus alumnos saludándote y deseándote un feliz día es algo que en ninguna agencia o medio de comunicación conseguiría.

Refiriéndose a su experiencia como profesora, Adia menciona que “mi experiencia laboral como profesora de Religión ha sido muy gratificante, enseño una asignatura que es transversal, porque la forman valórica de las clases de Religión le va a servir a mis alumnos para ser buenos hijos, hermanos, alumnos, y en el futuro buenos padres. En cuanto a su experiencia como estudiante de Pedagogía Media en Religión, Adia comenta que “ha sido un tremendo aporte de sabiduría”, ya que ella busca ser “profesora de excelencia, que responda a las inquietudes de los alumnos.

Planes a futuro

“Pienso seguir trabajando con alumnos en clases y seguir aportando a esta sociedad que tanto lo necesita. Soy una convencida en que la educación es la solución a todos los problemas sociales. Pero una educación debe ir de la mano con la formación valórica de los alumnos. No podemos formar alumnos sólo con asignaturas que eleven sus conocimientos cognitivos.

¿Cómo ha sido todo este proceso?

Analizando el proceso mirando hacia atrás y su presente, Adia menciona que “le ha encantado. No podría estar en un mejor lugar. Entrar a una sala es descubrir 40 mundos nuevos al mismo tiempo. El vínculo con mis alumnos es lo que más rescato. Ellos depositan su confianza en sus profesores, pero especialmente en su profesor de Religión”, finaliza.

“Me costó tomar la decisión y me he tenido que ir adaptando”

Carolina, es otra de las estudiantes de Pedagogía Media en Religión, quien también estudió y ejerció por más de 13 años, una carrera distinta­: Química y Farmacia. “Estudié seis años y medio eso y trabajé 13 en el servicio público”. Carolina, una mujer creyente, agradecida de las oportunidades que se le han presentado, comenta que desde toda la vida le ha gustado enseñar: ” Yo amo mi primera carrera, si volviera el tiempo atrás la volvería a estudiar. Educar siempre me ha gustado. Luego de que me jubilé por mi problema de vista, se me presentó una oportunidad para trabajar supervisando prácticas clínicas de chicos que estudiaban Técnico en Farmacia”, indica.

Esa misma experiencia laboral, fue la que la motivó a querer estudiar Pedagogía Media en Religión. “Me faltaba algo a pesar de estar haciendo clases en el instituto, me faltaba la parte pedagógica, porque tenía las ganas, pero no más. A mí me hablaban de planificación y yo no entendía nada. Tuve que aprender en la marcha. Siempre además quise profundizar en Teología, entonces un día conversando, alguien me dijo: “¿Por qué no estudias Pedagogía en Religión?”. A mí no se me pasó por la cabeza. Por un lado, para profundizar la parte teológica y la pedagogía, y por otro lado, adquieres herramientas pedagógicas que no tenía y que me iban a servir para mi labor de docente. Ahí se me abrió un abanico de posibilidades”.

Carolina Coloma, alumna PMR

Con respecto al programa de Pedagogía impartida por la Facultad de Educación de la UANDES, Carolina comenta que “tiene una orientación hacia profesionales. El hecho de tener concentrado las clases en días determinados te permite ordenarte mejor. Además, me pareció fantástico que tuvieran este programa para profesionales porque ya se entiende que uno ya pasó por todo el proceso de pregrado. Ramos de formación general, etcétera”. La duración de dos años del programa es otro aspecto que Carolina destaca, “con el tema de mi vista, yo no sé cómo voy a estar mañana, no sé si me dará otro edema en la retina del otro ojo y pierdo la visión también la visión. Esas son las razones por las cuales decidí entrar acá”.

Sin embargo, comenta que tuvo que reflexionar antes de tomar la decisión de embarcarse a estudiar. “Desde que me dio el edema a finales de 2017, bajé sustancialmente mis actividades de perfeccionamiento, que venía haciendo antes. Porque me gusta, es importante que uno siempre vaya perfeccionándose y mejorando. Pero con lo que me pasó, y que agravó mi discapacidad, me daba miedo estudiar, porque no sabía si iba a hacer capaz. Me costó tomar la decisión y me he tenido que ir adaptando”.

Respecto de sus planes a futuro, Carolina comenta “me lo hubieses preguntado antes de 2017 y habría tenido muchas ideas en mi cabeza, pero mi vida cambió desde ese entonces y mi manera de verla también. Ahora, de cierta forma vivo el día a día. No sé si el día de mañana trabaje como profesora de Religión, lo dije en mi entrevista de ingreso, porque dentro de mis motivaciones no estaba ser profesora de la asignatura, sino adquirir herramientas pedagógicas para mejorar mi desempeño”.

“Sé que hay algunas cosas que no puedo controlar, pero tengo que poner mi fuerza en aquellas en las que sí puedo hacer. Jamás vi una pizarra en la Universidad, voy de oyente y después paso en limpio, pero esas cosas no me pueden paralizar”, concluye.