Miércoles 26 de Octubre de 2022

El CER continua sus capacitaciones sobre antropología cristina en Puerto Varas

El seminario “Amor y Afectividad” se desarrolló con la presencia de más de 50 profesores de religión.

Profesores de Religión de la arquidiócesis de Puerto Montt se reunieron en un tercer encuentro del ciclo de seminarios que el Centro para la Enseñanza de la Religión, CER de la Universidad de los Andes, está dictando en esta ciudad.

En esta ocasión, los académicos de la UANDES abordaron el tema del “Amor y la Afectividad” y diversos aspectos de la temática fueron abordados, resguardando la visión unitaria de la persona humana.

El profesor Antonio Amado expuso sobre “Unidad del Ser Humano”, dando una visión de cómo se realiza la unidad sustancial en la persona. Nicolás González, doctor en Filosofía de la Universidad de Navarra, por su parte, presentó “El Mundo de las Emociones”, hablando sobre el lugar que ocupan en la estructura personal de todo ser humano.

La ponencia de Isabel Lemaitre, licenciada y Magíster en Filosofía, fue “Integración del Mundo de las Emociones”, y como una manera de visualizar de un modo operacional y a través de una bajada pedagógica estos temas, Solange Favereau, directora del programa de Pedagogía Media en Religión Católica de la Universidad de los Andes y profesora de estrategias didácticas, concretizó el tema con “Las Emociones en la Sala de Clases”, en donde se trabajó puntualmente la emoción de la ira, la rabia, dando lineamientos generales de sus causas, efectos y modos de manejo con los estudiantes.

Fue una jornada “muy bien integrada y en la que se seleccionaron cuidadosamente bien cada uno de los temas. Un verdadero aporte a nuestra labor docente, con excelentes exposiciones, cada una desde su ámbito sin perder la unidad total”, comentó uno de los asistentes.

Sofía de León, directora del CER, expresó que estas instancias de perfeccionamiento continuo con este grupo de profesores y profesoras tiene un efecto muy positivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, porque un docente que se forma y está en permanente actualización, lleva nuevas miradas a la sala de clases, nuevas formas de enfrentar los temas y una reflexión personal.