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Jueves 22 de Abril de 2021
Juan Eduardo describe cómo ha sido el trabajo con alumnos y pacientes durante la pandemia.
Este 2021 ha estado marcado por la segunda ola del Covid-19, que mantiene a muchas personas del país bajo estrictas medidas de confinamiento, para evitar nuevos contagios y dar un respiro a los servicios de salud, lo cuales se encuentran operando a su máxima capacidad.
Esta es una realidad que no ha dejado fuera a los kinesiólogos, quienes han debido adaptar sus jornadas de trabajo y se han reinventado a través de la telerehabilitación. Así mismo, muchos de ellos debieron dejar sus lugares habituales de trabajo para ir en apoyo de otros centros de salud, producto de la alta exigencia de la pandemia.
“A finales de mayo, nos enviaron, a mí y a cuatro compañeros más, a ayudar a distintos hospitales, dos se fueron al Tórax, dos al Hospital Del Salvador y yo me fui al Centro Asistencial Ñuñoa, ahí estuve más de dos meses trabajando con pacientes Covid”, comenta Juan Eduardo Hormazábal, kinesiólogo del Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC) y docente clínico de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de los Andes.
Para Juan Eduardo, trabajar en el área de la salud durante la pandemia ha sido “un torbellino de emociones”, no sólo por el cambio en su lugar de trabajo, sino que han debido comenzar a trabajar de manera telemática, algo que ha sido más difícil de lo esperado ya que un porcentaje de los pacientes del INRPAC pertenecen a sectores vulnerables de la capital y no todos cuentan con acceso a internet o dispositivos móviles.
Los alumnos de la Universidad tampoco han quedado fuera de los grandes cambios que han vividos estos profesionales. Antes de la pandemia los alumnos contaban con jornadas más extensas e incluso horario completo.
“A mediados de diciembre se activaron nuevamente los internados, pero muy lejos de la normalidad pre-pandemia. Antes, lo alumnos tenían media jornada, de 8:00 a 13:00, o internados completos, de 8:00 a 17:00. Esto ha sido complicado, uno se da cuenta que a los alumnos les falta tiempo con los pacientes y a uno también le falta tiempo con los alumnos, sin embargo, nos hemos sabido adaptar lo mejor posible”, agrega Juan Eduardo.
Actualmente, muchas comunas de la región Metropolitana se encuentra bajo una estricta cuarentena, por lo que los internados han sido nuevamente suspendidos. Sin embargo, han logrado adaptarse y dar continuidad al proceso educativo de los estudiantes, mediante el sistema de turno y telerahbilitación. “Los alumnos tienen la posibilidad de ir dos días presencial al INRPAC y dos días telemáticos”, asegura el kinesiólogo.
El Covid-19 dio un giro en 360° al mundo y la solidaridad, la sensibilidad y el cariño con que los profesionales de la salud se desempeñan día a día ha sido un factor clave para enfrentar la pandemia.
“Lo que estamos viviendo, este contexto mundial e histórico, les servirá como aprendizaje en su lado humano, es en estos momentos donde se ven los grandes corazones, estos grandes impulsos de solidaridad. Los contenidos teóricos y prácticos van a estar siempre disponibles, pero esto es lo que finalmente te vincula con el paciente y te hace sentir orgulloso de poder aportar con un granito de arena en la rehabilitación de las personas”, comenta el docente clínico de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de los Andes.