La próxima sede del Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas será en la ciudad de Alicante, España en 2028.
Del 21 al 26 de julio de 2025, Santiago de Chile fue sede del XXII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (AIH), uno de los encuentros académicos más relevantes a nivel mundial dedicados al estudio de la lengua, la literatura y la cultura hispánicas. La cita reunió a cerca de 500 académicos de los cinco continentes y convirtió a la capital chilena en el segundo destino sudamericano —después de Buenos Aires en 2013— en albergar este importante cónclave trienal.
La edición 2025 fue organizada por la Universidad de los Andes, en conjunto con la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, con la colaboración de la Real Academia Española, el Instituto Cervantes y la Embajada de España en Chile. Las actividades se desarrollaron en la Biblioteca de la UANDES y en las otras dos universidades anfitrionas.
“La vocación de la AIH se relaciona con los estudios de la lengua y la literatura en idioma castellano”, explicó Joaquín Zuleta, presidente de la Comisión Local Organizadora y académico del Instituto de Literatura. “Estamos frente a una organización que no estudia específicamente un tema ni un período, sino que el elemento aglutinador aquí fue el castellano. Por eso, el congreso reunió al Mio Cid y el Quijote con Borges, Gabriela Mistral o Armando Uribe”.
El congreso fue inaugurado en la Universidad de los Andes con una ceremonia en la que participaron los rectores José Antonio Guzmán (UANDES) y Juan Carlos de la Llera (PUC), además del director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero. Este último afirmó que los valores del humanismo “son el único remedio que nos puede salvar de los nuevos fanatismos que quieren atropellar a la razón”.
Zuleta destacó también que los congresos de la AIH “reivindican el hecho de hacer investigación académica en lengua castellana, al menos en humanidades. No nos parece bien que los investigadores tengamos que validarnos en el ámbito anglosajón, mucho menos cuando las fuentes que estudiamos fueron originalmente escritas en nuestro idioma”.
Durante seis días, el programa ofreció más de 120 mesas de comunicaciones, conferencias plenarias, actividades culturales y homenajes a destacadas figuras del mundo hispánico. Entre ellas, Gabriela Mistral, Mario Vargas Llosa, Agustín Redondo, Margit Frenk. Además, se realizaron encuentros de poesía, una puesta en escena de La Araucana a cargo de la compañía Tryo Teatro Banda, y una visita guiada a la Biblioteca Nacional.
Consultado sobre los invitados más relevantes, Zuleta subrayó la presencia de los seis conferencistas plenarios: Isabella Tomassetti (literatura medieval), Mariano de la Campa (Siglo de Oro), Susana González Aktories (literatura hispanoamericana), Iván Jaksić (Andrés Bello), Carlos Garatea Grau (lingüística) y Gustavo Guerrero (literatura contemporánea). “Fue una gran oportunidad para escuchar a profesores del Instituto Cervantes y a destacados académicos de la Real Academia Española como Santiago Muñoz Machado, Darío Villanueva y Aurora Egido”.
Zuleta valoró especialmente la alta participación nacional. “Como comisión organizadora nos propusimos convocar a los investigadores de humanidades de nuestro país, y lo logramos: participaron académicos de muchas universidades chilenas. De los 500 congresistas, un 30% fueron investigadores nacionales, lo que hizo de esta sede una de las más activas”.
La presidenta de la AIH, Gloria Chicote, expresó que el congreso se lleva a cabo en un contexto de crisis geopolíticas permanentes, caracterizado por la irracionalidad y, en muchos casos, la violencia. En este marco, el objetivo es promover la consolidación de la lengua y la cultura mediante el fomento de la convivencia, facilitar la transición desde la formación filológica hacia las dinámicas del entorno digital y defender los valores democráticos y el entendimiento mutuo.
La clausura se realizó el sábado 26 de julio en la Universidad de los Andes, seguida por una visita abierta a la Viña Cousiño Macul, cerrando así una semana que situó a Chile en el centro del hispanismo mundial.
