Gracias a los recursos que recibe el Instituto de Ciencias de la Familia de la Universidad de los Andes (ICF) por parte de la Fundación Centro Cristiano, hace más de 10 años se puede apoyar la formación de docentes, fomentando la formación valórica cristiana y favoreciendo una alianza entre las familias y los establecimientos escolares.
En abril se pudieron entregar nueve becas para realizar el Postítulo de Orientación, Psicoeducación y Familia que dicta el ICF. Una de las beneficiadas fue Vanessa Brevis, encargada de Convivencia Escolar del Colegio Madre Admirable de Temuco, quien expresó que pudo concretar algo que estaba anhelando hace tiempo. “Hasta la fecha, ha sido enriquecedor aprender cosas nuevas, actualizar conocimientos y también recordar y reforzar otros. No solo en lo que respecta al ámbito laboral, he tenido aprendizajes que también estoy aplicando en la cotidianidad, como lo es mi maternidad, por ejemplo”.
Por su parte, Marlis Schell, psicóloga del Colegio Madre Admirable de Schoenstatt, de Temuco, quien también cuenta con una beca, agradeció esta oportunidad.
“Me siento muy agradecida de haber obtenido esta beca de estudios ya que gracias a los conocimientos y noción de otras realidades las cuales viven mis profesores y compañeros del programa, puedo contribuirlos y aplicarlos a mi vida y Comunidad Educativa. Como sociedad cambiamos constantemente haciéndose necesaria la actualización de contenidos teóricos y prácticos de cómo afrontar estos desafíos”, dijo.
Agregó que la perspectiva cristiana que entrega la Universidad de los Andes a la formación en familia para los docentes hace resaltar el valor de la persona como un agente de cambio desde su esencia y lo positivo que pueda entregar, generando un impacto mayor en la búsqueda de alternativas de solución frente a los desafíos del contexto.
Esta nueva versión del Postítulo de Orientación, Psicoeducación y Familia, que esta vez se realizó en modalidad en vivo-online, contó con la participación de 31 alumnos de diferentes regiones del país.
Jimena Valenzuela, directora del Instituto de Ciencias de la Familia, señaló que “sin duda los padres son los primeros educadores de sus hijos y por lo tanto, tienen el derecho inalienable de escoger una educación coherente con sus valores y convicciones. La acción educativa del colegio es delegada y colaborativa de la acción de la familia. La labor de los padres es esencial e irreemplazable, pero el papel que juegan los profesores en la formación de sus alumnos es también fundamental. El profesor, debe ser un referente y un ejemplo para los jóvenes educandos por lo que debe formarse él en primer lugar porque nadie da lo que no tiene”.
