Los académicos de la Facultad de Ciencias Sociales, Solange Favereau y Jorge Blake, se adjudicaron un proyecto en la VI versión del Concurso de Investigación para Académicos “Id y enseñad” 2025, organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Su propuesta, titulada “El desarrollo espiritual en la enseñanza religiosa: tensiones y convergencias entre la propuesta curricular y las nociones culturales de los docentes”, fue seleccionada por su contribución al fortalecimiento de la transmisión de la fe en el contexto escolar.
El concurso busca impulsar investigaciones que promuevan la reflexión y el compromiso con la misión evangelizadora en el ámbito educativo. En esa línea, el proyecto de los profesores Favereau y Blake representa un aporte significativo a la identidad universitaria y al diálogo entre fe, cultura y educación.
El estudio tiene como objetivo indagar en las nociones culturales de espiritualidad presentes en el discurso de los docentes de religión, y analizar cómo estas interactúan con la comprensión teórico-normativa del desarrollo espiritual propuesta por la EREC (Educación Religiosa Escolar Católica). De esta manera, busca comprender cómo dichas visiones influyen en la práctica pedagógica orientada al desarrollo de habilidades e inteligencia espiritual.
Según explican sus autores, el desafío de promover el desarrollo espiritual en la clase de religión es doble: por una parte, requiere una base conceptual sólida, y por otra, debe considerar la compleja interacción entre ese ideal pedagógico y las espiritualidades fragmentadas o de autoayuda que caracterizan la cultura contemporánea.
El proyecto plantea una pregunta central: ¿cómo puede la Educación Religiosa Escolar Católica —aun con un marco teórico bien definido— desenvolverse en un contexto donde “lo espiritual” se manifiesta de formas tan diversas, y en ocasiones contrarias, al sentido trascendente y relacional de la fe?
En esta línea, el trabajo de los profesores Favereau y Blake busca ir más allá del análisis teórico, explorando cómo este fenómeno se expresa en los docentes que formarán a las nuevas generaciones. Su investigación se enmarca así en el compromiso de aportar a una educación religiosa que, fiel a su identidad, dialogue con las transformaciones culturales de nuestro tiempo.