Martes 28 de Diciembre de 2021

Bernardita Troncoso (ENF ’01) y Alejandra Rojas (ENF ´98): el testimonio de dos alumni que combinan la academia con la vida familiar

Las dos alumni se han dedicado por un largo tiempo a la docencia y ahora van por más con un tremendo desafío profesional: un doctorado de la Universidad de Sao Paulo.

Con 14 años trabajando en la universidad, Alejandra Rojas es Directora de Postítulos de la Facultad de Enfermería y Obstetricia; y Bernardita Troncoso, con 13 años de labores en la UANDES, es Directora del Magister en Práctica Avanzada de Enfermería; y Coordinadora de Relaciones Internacionales de la Facultad de Enfermería y Obstetricia. Hoy ambas viven el desafío de realizar un Doctorado en Ciencias de la Salud en la Universidad de Sao Paulo. Alejandra seguirá una línea de investigación de Fragilidad en Personas Mayores, desde la Gerontopsicometría; y Bernardita seguirá la línea del Raciocinio Clínico y Enfermeras en Práctica Avanzada.

¿Qué motivó esta experiencia?  

Alejandra señala que siempre estuvo en sus planes seguir estudiando y especializarse en el área de las personas mayores. Por eso, hizo primero el Magister en Gerontología Social en la Universidad de Zaragoza y este Doctorado le entregará herramientas para poder aportar desde la Investigación. 

Mientras que Bernardita dice que “paralelamente al trabajo clínico, hice la especialidad de Cardiología en la PUC, Diplomado de Práctica Basada en Evidencia, luego el Magister en Practica Avanzada en la UANDES. Aunque no estaba en mis planes cursar un Doctorado por ahora, se me presentó la oportunidad y gracias a los consejos de una de mis mentoras, me lancé a este desafío”. 

¿Cómo influye el sello de la Escuela de Enfermería de la UANDES en el desarrollo profesional?

Para Alejandra, la Escuela le enseñó muchas cosas en lo profesional. “Aprendí la centralidad de la persona y su familia en la atención, la importancia de buscar el bienestar con una mirada integral, el trabajo bien hecho y con excelencia, la importancia del estudio y la actualización del conocimiento, el trabajo en equipo y el ayudar a que todos progresen, y especialmente el amor por la enfermería como profesión y como disciplina”.

“Me enseñó que una persona no puede quedarse estática en sus conocimientos, es muy importante seguir aprendiendo y creciendo como persona, y no como persona individual, sino también motivar a otros que que se sigan desarrollando. Me ayudó a entender el amor por el trabajo bien hecho y cómo eso tiene una implicancia en la vida de otras personas”, dice Bernardita.

¿Cuáles son los mejores recuerdos de la etapa universitaria?

“Éramos un curso súper afiatado, lo pasábamos bien, nos reíamos mucho de todo, nos ayudábamos, nos conocíamos y compartíamos entre todas. Recuerdo los comienzos en Bustamante, los grupos de estudio y luego los viajes en caravana a San Bernardo, a Dipreca, al Campus, y a los distintos campos clínicos”, dice Rojas.

“Nunca olvidaré el edificio de ciencias a medio construir y el ruido que tenían que en las clases debido a la construcción. Me acuerdo de las idas al Hospital de San Bernardo con mis compañeras, turnándonos el auto, las prácticas clínicas en el Hospital Militar y otros hospitales, las primeras veces que hicimos turnos de noche, las ovejas, vacas y caballos que pastaban cerca de las salas mientras estábamos en clases, el uniforme que usábamos, totalmente atemporal…. Bueno, inolvidables recuerdos con muchísimo cariño”, agrega Troncoso. 

¿Qué significa hacer un doctorado en el día a día y cuáles son las expectativas a futuro? 

Alejandra comenta que “en el día a día es un poco duro, pues lo estoy compatibilizando con mi trabajo y la vida familiar. A los que se suman las clases dos o tres días a la semana, y eso requiere bastante organización, trabajo y horas estudio en la semana y fines de semana”. 

Bernardita dice que “no es fácil llevar un doctorado, hay que hacer encajar varias piezas e intentar compatibilizar todo. Tengo que organizar muy bien los tiempos, por lo que cada minuto es aprovechado. También implica sacrificio y postergaciones, tanto personales como familiares. Se podría decir que también es un desafío familiar, necesitas que tu familia te apoye y te entienda”.

Entre portugués y portuñol ambas estudiarán por cuatro años sobre Ciencias en la Salud. Los primeros dos años realizarán los créditos de las asignaturas transversales y la defensa del proyecto de tesis, para dedicarse los dos años siguiente al 100% en la investigación, terminando con depósito de la disertación y defensa pública de tesis. En marzo de 2022 tendrán clases presenciales, por lo que deberán dejar a sus familias durante un mes.