Jueves 12 de Noviembre de 2020

Cuatro alumnas de ADS fueron aceptadas en el programa University Innovation Fellows de la Universidad de Stanford

Las clases comenzaron el pasado 31 de agosto de manera online. Son 130 estudiantes de universidades de todo el mundo.

La Escuela de Administración de Servicios hizo una invitación a todos sus alumnos y alumnas de primer, segundo y tercer a postular al programa University Innovation Fellows (UIF) de la Universidad de Stanford. En abril de 2020 se seleccionó a cuatro alumnas: Victoria Rozas, de tercer año; Fiorella Bacigalupo, de segundo; Constanza Orellana, de tercer año, y Carolina Orueta, también de tercero.

El UIF es un programa dirigido por el d.school (Hasso Plattner Institute of Design at Stanford University) y busca empoderar y preparar a jóvenes para convertirse en agentes de cambio en sus universidades y países.

Fiorella Bacigalupo vio en este programa una enorme posibilidad de crecimiento personal y académico. “La verdad es que apenas vi el anuncio de Stanford por parte de la Escuela, no lo dudé ni un segundo. Siempre me ha llamado la atención ser parte de actividades/programas que van más allá de mi carrera y yo vi una oportunidad latente que no podía dejar pasar“.

Para Felipe Wilson, académico de la Escuela de Administración y Servicios, esta iniciativa de University Innovation Fellows de la Universidad de Stanford genera cambios en nuestras universidades desde los alumnos, con un foco en innovación y emprendimiento. “A través de herramientas de Design Thinking, metodologías agiles, creatividad y mucha acción, los participantes buscan convertirse en agentes de cambio”.

Carolina Orueta cuenta que “ha sido una experiencia realmente enriquecedora e intensa. A través de las distintas actividades y clases del programa logramos como equipo desafiar tanto nuestra creatividad como conocimientos. Asimismo logramos conocer en profundidad el ecosistema de nuestra Universidad y las necesidades latentes de los alumnos en cuanto a la innovación y el emprendimiento”.

Los académicos que imparten el programa, es algo que resalta muy positivamente Carolina. “Nuestros profesores nos han hecho sentir como líderes y alumnos con capacidad de generar cambios en nuestro entorno y creo que a veces es necesario ‘creerse el cuento’ para pensar en grande y dejar un poco de lado las modestias o vergüenza”.

Otra de sus compañeras, Constanza Orellana se suma a estas palabras, y contó qué ha aprendido. “En primer lugar aporta mucho el saber aprender a trabajar a contratiempo, eran hartas cosas que había que hacer semana a semana y convalidarlo con las obligaciones de la Universidad y actividades extraprogramáticas, como mi trabajo en la Federación, no era fácil, pero se logra”. Agregó que “también te entregan habilidades de aprendizaje, en el sentido que no tienes a un profesor al frente diciéndote qué hacer o cómo se hace, tú lo averiguas por tu cuenta, lo cual fue muy enriquecedor y cercano a lo que es la realidad laboral”.

El programa culmina con una reunión de todos los fellows (compañeros) a nivel global en el campus de la Universidad de Stanford, para un taller de 5 días. En este taller se comparten todos los proyectos, se les ayuda a avanzar en sus objetivos, y se refuerza la comunidad y la red global de fellows.

Este año fue posible la participación de la Escuela de Administración de Servicios, gracias a un trabajo en conjunto con la Vicerrectoría Académica, la Vicerrectoría de Alumnos y Alumni, la Dirección de Innovación, el CID y la Vicerrectoría de Relaciones Universitarias.