Eva Llerena, de Castellón (España), y Margherita Baiocco, de Roma (Italia), llegaron este semestre a la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes como parte de sus programas de intercambio. Ambas estudiantes han vivido una experiencia académica y personal que califican como enriquecedora e inolvidable.
“Elegí esta universidad porque me parecía preciosa y tenía muchas ganas de conocer Chile y Santiago”, cuenta Eva, estudiante española, quien reconoce que no conocía la UANDES antes de postular. Sin embargo, al llegar, se llevó una grata sorpresa: “Hay un ambiente universitario increíble y siempre hay algo que hacer en el ámbito social. Como estudiante de intercambio, poder formar parte del Iclub fue un punto muy a favor para conocer gente y la cultura chilena”.
Sobre su vida en Santiago, Eva comenta que se sintió cómoda: “Siento que Santiago se parece bastante a ciudades europeas. Me sorprendió la belleza del campus y la vida universitaria. Eso sí, hay que considerar las distancias; aunque hay buen transporte público, moverse desde zonas como Providencia o Ñuñoa puede tomar tiempo”.
Por su parte, Margherita, estudiante de cuarto año de Pedagogía Básica en Italia, ya había vivido una experiencia de intercambio en Granada, España. Su interés por conocer una cultura más lejana la motivó a postular a Chile. “Pensaba que un intercambio fuera de Europa era una ocasión imperdible. Finalmente elegí Santiago porque quería seguir mejorando mi español, y también porque una compañera de mi universidad me había hablado muy bien de la UANDES”, relata.
Al mirar la página web de la universidad, Margherita sintió de inmediato una conexión: “Desde los primeros días me enamoré de la estructura”. Su experiencia académica fue muy positiva, destacando especialmente la formación didáctica: “En Italia mi carrera se centra más en los contenidos, pero aquí hemos trabajado mucho la planificación de clases. Me encantó lo preparados que están los profesores”.
Ambas valoraron especialmente el ambiente estudiantil. “Tengo amigas de varios cursos y me encantaba quedarme a almorzar con ellas en los patios. Creo que el campus es perfecto para desarrollar una linda vida universitaria”, asegura Margherita.