María Isabel “Lula” Jottar, directora de la Escuela de Administración y Servicios, explicó la relevancia de impactar, como sello de esta carrera, en la celebración de los 32 años de la Escuela.
No se trató solo de una frase inspiradora, sino del resultado de un proceso de escucha activa, donde se reunieron empleadores, alumni y expertos para identificar cuál es realmente el sello de esta carrera. Luego de un trabajo profundo, surgió con claridad un concepto central: impactar está en tu ADS. “Ser un Administrador de Servicios” es mover la aguja, es hacer que las cosas pasen, es resolver. Mientras las empresas están llenas de ideas, diagnósticos y estrategias, lo que muchas veces falta es la implementación de éstas y es ahí donde los ADS marcan la diferencia, son quienes traducen el plan operativo en acciones concretas, con un foco humano, capaces de conectar con las personas y diseñar experiencias colaborativas, tanto para clientes como para colaboradores. Son implementadores estratégicos, que operan desde el centro del servicio, con sensibilidad, conocimiento y visión”, comentó María Isabel “Lula” Jottar, directora de la Escuela de Administración y Servicios, en el encuentro donde se celebraron los 32 años de la carrera.
Jottar explicó que impactar no es solo una meta profesional, sino que es un proceso continuo, es conocer la realidad del otro, conectar desde ese conocimiento y desde ahí generar soluciones con calidad humana y profesional. “Impactar es lograr que el cliente no quiera irse y que el colaborador dé lo mejor de sí. Es liderar con empatía y transformar realidades desde lo concreto”.
El concepto del impacto se ejemplificó con casos de diversos alumni que han dejado huella. Por ejemplo, María Ignacia Moreno, de la Fundación Banco de Ropa, organización que se dedica a vestir con ropa 100% nueva y personalizada a personas en situación de vulnerabilidad, fortaleciendo su autoestima y creando oportunidades. Otro ejemplo es la alumni Mónica Gana, desde la Fundación Casa Familia, lugar que ofrece alojamiento y contención a familias vulnerables con niños enfermos de cáncer terminal. Y en el caso de la alumni Maite Zubia, a través de la Fundación Expreso del Hogar de Cristo, donde abren caminos de empleabilidad a quienes más lo necesitan. “Todas ellas son algunos ejemplos de cómo el impacto se traduce en justicia social, en acogida, en servicio desde lo humano. También tenemos muchos ejemplos en el mundo privado, como el caso de Patricia Gómez, de Casa Costanera y Consuelo Revecco, en Culture & Talent Manager. Todos ellos coinciden en algo fundamental: el impacto comienza por conocer profundamente al otro”, detalló la directora de ADS.
El encuentro también contó con una charla del académico del ESE Business School Raúl Lagomarsino sobre “Líderes que inspiran” y también con testimonios de las alumni Bernardita Soto-Aguilar (Kam Senior Carga Doméstica de Latam Airlines); M. Catalina Boetsch (Encargada de Administración y Espacios de la Corporación Cultural de Lo Barnechea) y Rosaria Mauriziano (Coordinadora de Desarrollo Organizacional de Falabella), quienes compartieron su testimonio laboral.