Iniciativa, que se adjudicó FONDEF con la mejor evaluación metropolitana, aportará innovación tecnológica al desarrollo sostenible del país.
La académica e investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, Carla Vairetti, lidera una investigación que busca aplicar inteligencia artificial para fortalecer la certeza jurídica en la evaluación ambiental de proyectos en Chile. La iniciativa se adjudicó recientemente un proyecto FONDEF, alcanzando el primer lugar en la evaluación metropolitana con un puntaje de 4,82 sobre 5.
El propósito central es escalar, validar y transferir una plataforma tecnológica basada en inteligencia artificial que apoye la tramitación de proyectos sometidos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). “Hoy este proceso enfrenta altos niveles de incertidumbre normativa, criterios heterogéneos de interpretación y tiempos de respuesta prolongados, lo que genera riesgos tanto para la inversión como para la protección del medioambiente. La herramienta desarrollada busca cerrar esas brechas al integrar el análisis jurídico-administrativo con la capacidad de procesar grandes volúmenes de información textual y geoespacial”, detalla Carla.
En la práctica, la plataforma permitirá analizar resoluciones, normativa y jurisprudencia ambiental para identificar criterios de decisión y tendencias regulatorias; incorporar datos territoriales y ambientales que faciliten la evaluación temprana de la compatibilidad de un proyecto con su entorno; y expandir su cobertura más allá de la Región de Atacama hacia zonas estratégicas como Antofagasta, donde se concentra una alta cantidad de proyectos mineros y energéticos. “Es un desarrollo que combina ciencia jurídica, tecnologías de la información e inteligencia artificial para reducir la incertidumbre regulatoria, aumentar la transparencia y fortalecer la gobernanza ambiental en Chile”, explica la investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas.
La inteligencia artificial constituye el núcleo funcional del proyecto y se aplica en tres grandes dimensiones. Primero, mediante el procesamiento del lenguaje natural, con modelos de aprendizaje profundo entrenados en español jurídico, se extrae y clasifica información clave de resoluciones, normativa e informes técnicos, identificando patrones semánticos y criterios interpretativos relevantes. En segundo lugar, el uso de algoritmos de aprendizaje automático -supervisados y no supervisados- permite generar indicadores de riesgo regulatorio y estimar la probabilidad de aprobación de nuevos proyectos, facilitando la toma de decisiones tempranas por parte de inversionistas y autoridades. Finalmente, la IA se integra con análisis geoespacial (GIS), cruzando información textual con datos territoriales y ambientales para anticipar conflictos regulatorios, superposiciones normativas o eventuales incompatibilidades con áreas protegidas.
La complejidad de este desafío llevó a conformar un equipo interfacultades e interuniversitario, que reúne especialistas en derecho, ingeniería, lingüística y ciencias ambientales. Desde la UANDES participa Silvia Bertazzo, José Ignacio Martínez, Sergio Quijada, Pamela Bustamante y Vairetti. Por parte de la PUCV se suman Alan Bronfman, René Venegas y Magdalena Prieto. “La certeza jurídica en la evaluación ambiental no puede abordarse desde una sola disciplina. Requiere la mirada jurídica, la capacidad técnica en procesamiento de datos y el conocimiento territorial y ambiental. Esa es la riqueza de este proyecto”, enfatiza la académica.
El impacto esperado es significativo, ya que la plataforma permitirá anticipar conflictos regulatorios y territoriales, reduciendo costos y retrasos en la tramitación; mejorar la transparencia y eficiencia de los procesos administrativos; y promover un desarrollo productivo sostenible, con mayor certeza técnica y jurídica. En palabras de Vairetti, el aporte principal es “contribuir a una mejor gobernanza ambiental, en la que las empresas reduzcan riesgos, el Estado fortalezca sus capacidades regulatorias y la ciudadanía tenga mayores garantías de que las decisiones se toman sobre bases sólidas y transparentes”.