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Viernes 30 de Mayo de 2025
Esta tecnología podría aportar significativamente a la lucha contra el cambio climático, al capturar y reutilizar gases como el dióxido de carbono.
En la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, el académico Alberto Vergara está trabajando en una investigación que podría cambiar el rumbo de la industria química tradicional: transformar gases contaminantes en productos útiles para la sociedad. Esta tecnología podría aportar significativamente a la lucha contra el cambio climático, al capturar y reutilizar gases como el dióxido de carbono.
El proyecto, financiado por el Fondecyt 1240411 y Anillo ATE220045, se enfoca en entender y mejorar los fenómenos de transferencia de masa dentro de biorreactores, dispositivos utilizados para procesos biotecnológicos. En palabras simples, se trata de optimizar cómo se mueven y absorben los gases como el dióxido de carbono y el dihidrógeno dentro de estos sistemas para que puedan ser utilizados por microorganismos que los convierten en compuestos de alto valor, como el isopropanol, la acetona o incluso bioplásticos como el PHB.
“Estos gases son considerados residuos, pero si logramos aprovecharlos bien, podemos generar productos útiles y al mismo tiempo contribuir a un modelo de producción más sustentable”, explica Vergara. Su interés en el tema viene desde una inquietud más fundamental: entender cómo se comportan estos procesos físicos dentro de los reactores, para luego aplicarlos a gran escala.
El equipo de investigación está conformado por destacados académicos de la facultad Felipe Scott, Patricio Moreno y Cesar Huliñir y por Germán Aroca y Raúl Conejeros, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Juntos están desarrollando biorreactores únicos en el país, como el Biorreactor de Flujo de Taylor y el de burbuja descendente, diseñados específicamente para maximizar la eficiencia de transferencia de gases que, en condiciones normales, se disuelven muy poco en líquidos.
“En Chile no existen biorreactores de este tipo en operación comercial. Solo en nuestra universidad los estamos desarrollando a escala de laboratorio”, comenta Vergara. El objetivo es escalar esta tecnología para que, en un futuro no muy lejano, la industria local pueda sustituir procesos basados en petróleo por otros que usen gases residuales como insumo, en línea con el concepto de biorrefinería.
Además de reducir el uso de combustibles fósiles, esta tecnología podría aportar significativamente a la lucha contra el cambio climático, al capturar y reutilizar gases como el dióxido de carbono.