Martes 28 de Diciembre de 2021

Loreto Rivera (ENF ’96): “El interés nos obligó a crecer y transformar las capacitaciones en algo más formal. Hoy somos el Instituto de Enfermería Dermoestética de Chile”

La egresada de Enfermería incursionó y se especializó en la dermoestética, transformándose en una influencia en este campo poco explorado, con la creación del Instituto de Enfermería Dermoestética de Chile (IEDICH) y la fundación de la Sociedad Chilena de Enfermería Dermoestética (SOCHIEDE), de la cual es presidenta.

El campo de la dermoestética se ha ido desarrollando de manera creciente durante el último tiempo, pero Loreto Rivera lleva siete años trabajando en este tema y emprendiendo, actualmente es la dueña de Bioestetic, un centro de dermoestética, dueña y creadora del Instituto de Enfermería Dermoestética de Chile (IEDICH) y socia fundadora de la Sociedad Chilena de Enfermería Dermoestética (SOCHIEDE), la cual preside.

¿Cómo descubriste la dermoestética, que te llevó a perfeccionarte en esta área?

Toda mi vida quise emprender en el área de enfermería, inicié con una empresa de “Home Care” y en esa área conocí un médico que se dedicaba a la medicina biológica e hicimos un convenio para administrar sus indicaciones médicas a través de mi empresa “Servicios Integrales de Enfermería”. Un día, la señora de este médico me preguntó si me interesaba hacer un curso de “Plasma Rico en Plaquetas”, y así fue como realicé mi primer curso el año 2014. En ese entonces, yo no sabía mucho de qué se trataba, pero comencé a tener muchos clientes que estaban felices de ser atendidos por una enfermera, eso llamó profundamente mi atención. Además, ellos mismos me pedían más tratamientos con otras técnicas, eso hizo que estudiara cada día más y profundizara mi conocimiento especialmente en envejecimiento y alternativas de tratamiento, además estudié cosmetología y actualmente estoy cursando una maestría en España.

Te has embarcado en tres grandes proyectos profesionales que son crear un centro, un instituto y una sociedad científica. ¿Qué te llevó a asumir estos desafíos y cómo ha sido esa experiencia?

El trabajar en el área Dermoestética ha sido maravilloso, una experiencia de mucho aprendizaje, es una verdadera terapia para los hombres y mujeres que se han postergado por los motivos que sea, lo que les ayuda en su autoestima.

Al tiempo de estar dedicada a esta área, los colegas que habían sido mis alumnos de pregrado comenzaron a pedirme que los formara en Dermoestética. Al principio no quería, pensaba que serían mi competencia, pero mi alma docente me dijo que entregara mi experiencia y conocimiento en esta área. Así empecé a formar enfermeros y creció exponencialmente el interés de aprender sobre este tema, esto nos obligó a crecer y transformar las capacitaciones en algo más formal. Hoy somos el Instituto de Enfermería Dermoestética de Chile (IEDECH).

En esta línea, también sentí una tremenda responsabilidad al ser una entidad formadora en un área que tiene vacíos legales, lo que me hizo llegar a la formación de la Sociedad Científica de Enfermeras Dermoestéticas de Chile, donde se abre una nueva especialidad de enfermería con un mundo entero por investigar y también por regular. También, es fundamental la regulación del área dermoestética, ya que el código sanitario vigente no nos ayuda mucho, y esta área necesita cambios profundos y regulación, donde se reconozca el “rol del enfermero”. Acá trabajamos con “paciente/cliente” sanos o con enfermedades crónicas controladas, en un proceso natural que es el envejecimiento, y los tratamientos que realizamos, incluso los inyectables, son principios activos (sin el alcance de los fármacos) y se nos ha restringido su uso, Por lo que hay harto que hacer al respecto.

Sin embargo, las experiencias más enriquecedoras son ver la cantidad de colegas que creen en esta especialidad y se la juegan día a día trabajando en esta área, ver una sonrisa o un gracias desde el corazón cuando los ayudas a verse y sentirse mejor, luego de haberlo pasado mal muchas veces. Ayudarlos me produce mucha felicidad.

¿Cómo consideras que el sello de la Escuela de Enfermería de la UANDES ha influido en tu desarrollo profesional? 

El sello de la universidad está siempre presente en toda mi vida, en todo lo que hago, realmente un alumni marca la diferencia en todas partes, por la empatía, generosidad, la capacidad de ayudar y la entrega en el área que estemos desarrollando. Soy alumni de la Universidad de los Andes con mucho orgullo y en mi corazón y alma está este sello impreso.

¿Cuáles son los mejores recuerdos de tu etapa Universitaria?

Los mejores recuerdos son los profesores, directores jugados por el proyecto de la primera escuela privada de Enfermería, todo el apoyo que tuvimos, las clases excelentes, y las compañeras para que decir. Hasta el día de hoy nos comunicamos con un cariño increíble, somos como una familia.