En la Universidad de los Andes se presentó la investigación “Crisis económica y migración masiva: Bolivia”, elaborada por el centro de estudios boliviano LIBERA. La actividad fue introducida por el académico del Instituto de Filosofía, Joaquín García-Huidobro, y contó con la exposición de Juan Pablo Chamón, director ejecutivo de la organización, ante un público del mundo académico, político y de centros de pensamiento.
Chamón, quien además es alumno del Magíster en Estudios Políticos y becario del programa Nueva Cultura, planteó que Bolivia atraviesa un deterioro estructural con tres ejes principales: el agotamiento del modelo económico basado en el auge del gas, la pérdida de independencia institucional —especialmente del poder judicial— y una migración sostenida con perfil juvenil y sin expectativas de futuro. El fenómeno, aseguró, no es coyuntural, sino parte de una tendencia prolongada con efectos que ya trascienden sus fronteras.
En su análisis económico, Chamón sostuvo que los buenos resultados iniciales se explicaron por factores externos y que hoy el país enfrenta un estancamiento profundo, con reservas en mínimos históricos y creciente informalidad. A ello se suma una justicia sometida a presiones políticas y un sistema político sin mecanismos claros de alternancia, lo que también impulsa la salida de personas.
La segunda parte de la presentación abordó el debilitamiento del Estado de derecho. Chamón describió una justicia penal sujeta a presiones políticas, con uso extendido de la detención preventiva y escasas garantías de debido proceso. A esto se suma un sistema político sin mecanismos efectivos de alternancia, con elecciones judiciales suspendidas y órganos electorales desacreditados. Esta desprotección institucional, indicó, también impulsa la migración, más allá de los factores económicos.
Respecto a la migración, destacó un nuevo perfil de jóvenes entre 16 y 35 años, sin afiliación política, con estudios técnicos o universitarios inconclusos y con pocas expectativas de progreso dentro del país; siendo Chile uno de los destinos más frecuentes por su cercanía y percepción de estabilidad institucional. Desde 2022, los flujos hacia el norte chileno han aumentado sostenidamente, con muchos ingresos informales.
En el diálogo posterior se debatieron las implicancias para la política migratoria chilena. Joaquín García-Huidobro señaló que “ser vecino de un Estado fallido no es negocio para nadie”, y Chamón advirtió sobre el riesgo de repetir errores como los cometidos frente a Venezuela.
El diputado Diego Schalper, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputadas y Diputados, valoró la instancia: “Me parece muy interesante el poder interactuar con los liderazgos de la sociedad civil del Estado boliviano. Tenemos mucho que construir en común y tenemos que ser conscientes de que las relaciones entre dos países vecinos siempre tienen que tender a fortalecerse”.
Por su parte, Álvaro Bellolio, exdirector del Servicio Nacional de Migraciones, subrayó que “instancias como estas son clave para tender puentes académicos entre Chile y Bolivia, y para abordar con seriedad temas que requieren más evidencia y menos ideología, entendiendo la importancia del desarrollo regional y la migración regular y responsable”.
