La investigadora Cynnamon Dobbs afirmó que el Centro de Estudios Territoriales busca potenciar el uso de la naturaleza en aspectos de salud, generar evidencia robusta y participar activamente en el desarrollo de los planes de infraestructura verde derivados de la Estrategia de Ciudades Verdes en Chile.
Latinoamérica y el Caribe se están posicionando como referentes mundiales en la implementación de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), un enfoque que integra el resguardo de los ecosistemas, la implementación de infraestructura verde y los conocimientos ancestrales para enfrentar desafíos climáticos en las ciudades.
Así lo destacó la investigadora del Centro de Estudios Territoriales (CET) de la Universidad de los Andes, Cynnamon Dobbs, quien participó el jueves 20 de noviembre en la COP30 que se desarrolla actualmente en Brasil, en donde expuso los avances regionales en esta materia.
En la entrega de los resultados del Reporte de Síntesis Global: Mapa Global para las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) Urbanas, Dobbs subrayó que estas estrategias no solo permiten enfrentar los amenazantes desafíos que se avecinan por el cambio climático, tales como las inundaciones, la escasez de agua y las olas de calor, sino que además fomentan la cohesión social, el bienestar económico y la inclusión.
La región posee una larga trayectoria en el uso de la naturaleza para solucionar problemas urbanos, donde los tipos de SBN más comunes son los espacios verdes, el arbolado y los humedales urbanos, los cuales en el último tiempo se encuentran frecuentemente apoyados técnica y financieramente por organizaciones internacionales.
Un notable ejemplo de SBN en Latinoamérica para la recuperación del agua es el uso de la técnica ancestral de amunas en las cercanías de Lima, Perú. Las amunas eran utilizadas por las antiguas comunidades incas y consisten en contenedores naturales que se ubican en la tierra, que captan el agua de las lluvias y luego la conducen por el subsuelo, permitiendo que los acuíferos se recarguen, proceso conocido como “siembra de agua”, lo que ha permitido que el agua infiltrada beneficie tanto a las comunidades agrícolas y ganaderas como a los limeños.
De esta manera, subraya Dobbs, se integran los conocimientos locales, rurales, indígenas y de comunidades migrantes, contribuyendo así a forjar una identidad latinoamericana en torno a estas prácticas.
Los principales desafíos de las SBN en Latinoamérica
La recepción de los resultados del estudio que Cynnamon Dobbs lideró —según relata— fue muy positiva, debido a la posibilidad de comparar patrones comunes con otras regiones del mundo y relevar particularidades del continente.
Dobbs enfatizó que en Latinoamérica las SBN responden en primera instancia a desafíos ligados al cambio climático; sin embargo, estas soluciones también se entrelazan con problemas estructurales, como la inequidad urbana, la pérdida de biodiversidad, la falta de vivienda, los asentamientos informales y la propiedad de la tierra.
“Necesitamos comunicar mejor cómo estas soluciones pueden abordar vulnerabilidades multidimensionales”, sostuvo.
Monitoreo y evidencia: la condición para el éxito de las SBN
Un punto crucial señalado por la investigadora del CET en su presentación fue la necesidad de invertir no solo en ejecutar estas soluciones, sino también en su monitoreo y evaluación, para medir sus impactos ecológicos, sociales y económicos. Esta evidencia es clave para ajustar las intervenciones y compararlas con alternativas tradicionales, comentó la investigadora de la Uandes.
Asimismo, Dobbs planteó que es necesario fortalecer los espacios de intercambio entre ciudades para consolidar aprendizajes y buenas prácticas.
En relación con la expansión del concepto, Dobbs destacó que las SBN “vienen tomando cada vez más tracción”, ejemplificando con la reciente aprobación en Chile de la Estrategia de Ciudades Verdes por parte del Consejo de Ministros, y la incorporación progresiva del enfoque en países como Brasil, Colombia y Perú.
Su proyección es que esta forma de integrar naturaleza en las ciudades “vaya creciendo en vez de disminuir”.
Este impulso también ha posicionado al Centro de Estudios Territoriales de la Uandes “en primera línea” entre los centros de investigación dedicados al estudio de SBN a nivel nacional e internacional.
Consultada sobre el desarrollo de la COP30, Dobbs señaló que las negociaciones “están todavía muy difíciles”, y aunque existe cierto avance para disminuir emisiones, “todavía no es lo suficiente”. Recalcó la necesidad de mayores esfuerzos e inversión en mitigación, además de una colaboración más fuerte entre países, pese a que diversas instituciones privadas, públicas y fundaciones ya están apostando por la adaptación al cambio climático.
En cuanto a lo que viene para el CET, Dobbs afirmó que el equipo busca potenciar aún más el uso de la naturaleza en aspectos de salud, generar evidencia robusta y participar activamente en el desarrollo de los planes de infraestructura verde derivados de la Estrategia de Ciudades Verdes en Chile, con el objetivo de apoyar la integración de naturaleza en el territorio nacional.