Martes 26 de Julio de 2022

Alumnos de Medicina vuelven a realizar los Trabajos San Cosme tras dos años suspendidos por la pandemia

Los trabajos, que este 2022 cumplieron 10 años desde sus inicios, se realizaron entre el viernes 8 y el viernes 15 julio. En esta oportunidad se hicieron mejoras en la Villa Aires Nuevos 2 de Lampa y se atendieron a más de 95 pacientes de la comuna.

105 alumnos de primero a quinto año de la Escuela de Medicina participaron de los Trabajos San Cosme (TSC) en la comuna de Lampa, luego de dos años paralizados a causa de la pandemia por COVID-19.

Los TSC son un voluntariado autogestionado por los alumnos de Medicina, siendo generalmente los alumnos de quinto año quienes conforman el staff organizador del proyecto, mientras que el equipo de voluntarios se compone de estudiantes de primero a quinto año.

Estos trabajos tienen dos grandes pilares, uno de ellos es la construcción y reparación de distintas estructuras y espacios de acuerdo con las necesidades de la comunidad a la que se va a ayudar. El segundo gran pilar es el de salud, donde los estudiantes aplican sus conocimientos aprendidos durante la carrera y atienden a pacientes de la comunidad en la que realizan los trabajos. En esta oportunidad, realizaron exámenes preventivos del adulto (EMPA) y montaron un policlínico en el CESFAM de la comuna.

Este año, los TSC cumplen 10 años desde sus inicios en 2012 cuando fueron fundados por el Centro de Alumnos (MEDULA) de ese entonces, y que llevaban dos años paralizado debido a la pandemia. “Después de un duro trabajo durante el primer semestre, se logró poner en marcha nuevamente este gran proyecto que llevaba dos años paralizado debido a la pandemia. Con mucho miedo de que los trabajos no tuvieran tanto éxito como lo era antes del 2020 y de que quizás no lográramos convocar a la cantidad de gente que necesitábamos para que saliera a flote, nos pusimos a trabajar a todo dar, pues sabemos que es un proyecto que por el que vale la pena jugársela con todo“, señala Sofía Gandolfo, alumna de quinto año de Medicina y jefa general de los trabajos junto con Francisco Daroch.

Este invierno los alumnos estuvieron trabajando en la Villa Aires Nuevos 2, donde se dividieron en ocho cuadrillas para realizar varios proyectos como la reparación del techo de tres viviendas, la construcción del principal paradero de la Villa y la restauración de la plaza central de la misma, lo que implicó la construcción de bancas, basureros, la restauración de los juegos infantiles y de las canchas, y la realización de un mural en la sede municipal que contribuyese a reflejar lo que la comunidad quería para la Villa a futuro.
En cuanto al pilar de salud, montamos el policlínico durante el sábado 9 y domingo 10 de julio en el CESFAM José Bauzá, mientras que la toma de EMPA se desarrolló durante los días de semana siguientes. Estimamos que en total se atendieron unos 95 pacientes entre ambas instancias, lo que permitió reducir las listas de espera del centro y pesquisar con anticipación a pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades”, comenta Sofía.

Este año nos tocó afrontar condiciones super adversas, esto debido a que durante los primeros días desde que llegamos a Lampa, nos vimos enfrentados al temporal de lluvias que se dio por esas fechas, el que provocó que estuviéramos alojando 4 noches sin electricidad y mal clima, entre otros percances. Sin embargo, esto no fue impedimento para que pudiéramos pasarlo bien y llevar a cabo todo lo que teníamos contemplado. 

A pesar de las fuertes lluvias y la falta de electricidad durante cuatro días producto del mal tiempo, Sofía señala que “la experiencia fue sumamente gratificante. Vimos todo el proceso de cómo a medida que íbamos trabajando, la villa de a poco volvía a cobrar vida: los niños corrían a jugar con los juegos que restauramos, la gente empezó a usar desde el mismo minuto el nuevo paradero y veíamos como a Ana Belén, una de las dueñas de una de las viviendas que reparamos, se le llenaba la cara de felicidad al ver que su techo no se llovía”.

Además, cuenta que “la junta de vecinos estaba realmente agradecida de nuestra ayuda, incluso nos prepararon una linda despedida en la sede el jueves antes de retornar a nuestras casas. Nos devolvimos con el corazón lleno, tremendamente agradecidos de la experiencia, y felices de que pudimos retomar este lindo proyecto, que se había perdido con la pandemia, y que esperamos siga en pie por muchos años más”, concluye Sofía.

Tanto Sofía como Francisco, aprovechan de agradecer a los voluntarios y miembros del staff por su esfuerzo y tiempo invertido, por dedicarle una semana a este proyecto, por hacerse el tiempo de ir a las colectas, a las reuniones, y por poner una sonrisa y un abrazo cada vez que era necesario.