Tras titularse de Ingeniería
Comercial UANDES, Gonzalo Doña
(ICOM 08) hizo un Magíster en
Economía en la Universidad Alberto Hurtado y, más
tarde, entró a trabajar como profesor en la Universidad
Mayor.
En 2016 fue aceptado en el Doctorado en Economía de la Universidad de
California en Irvine (Estados Unidos), desde donde nos respondió
nuestras preguntas. “Siempre fue mi intención enfocarme en el mundo académico,
me gusta la investigación y creo que tengo buenas ideas que necesitan ser
exploradas”, afirma.
Su agenda de investigación se centra en temas de economía pública, economía política, teoría
económica y economía laboral. Y al respecto comenta que “la Universidad de California en Irvine tiene
un excelente cuerpo docente, especialmente en las áreas que estoy profundizando,
y a pesar de ser relativamente joven está bien rankeada”.
– ¿Cómo ha sido la
experiencia de estudiar un doctorado en el extranjero?
Aunque es imposible negar las “incomodidades
propias de nuestra situación” -somos un matrimonio joven con tres niños chicos
en un país extraño, y yo estudio y trabajo para avanzar en el doctorado-, se
trata de una vivencia interesante en sí misma. Creo que en 10 años más, vamos a verla como una experiencia formativa no sólo
para mí como economista, sino también para toda la familia. Saldremos, sin
duda, con una noción más real de aquello que está bajo nuestro control y lo que,
en realidad, depende de Dios.
– En estos momentos, ¿en
qué asuntos estás centrando tu investigación?
La línea central de mi investigación es un estudio sobre los efectos secundarios (no deseados) de
diversas políticas públicas.
Mi primer proyecto en el doctorado, que espero publicar pronto, analiza
los resultados no deseados del Subsidio
Único Familiar (SUF) en Chile, a partir de la reforma de 2007. Otro de mis
papers, con el que saldré al mercado laboral, evalúa los efectos del aumento
del ingreso mínimo sobre la gente que
está desempleada.
En ambos proyectos demuestro que las políticas públicas están
asociadas a efectos secundarios. Por ejemplo, el SUF desmotiva la participación laboral de mujeres jóvenes
y, a su vez, el alza del ingreso mínimo prolonga
el desempleo, sin incrementar el futuro ingreso de los desempleados. Tengo
en carpeta un tercer proyecto, un modelo teórico sobre el divorcio, que también
podría incorporar lo empírico.
Por otro lado, estoy avanzando en otra línea investigativa, con un
proyecto que propone una nueva teoría sobre los determinantes del crecimiento de largo plazo de los países.
Es un muy interesante y, creo que, prometedor, pues revisa lo establecido hace
20 años por Acemoglu, Johnson y
Robinson.
– ¿Cuándo terminas el doctorado
y has pensado qué vas a hacer después?
Probablemente, el próximo año. Quiero trabajar en academia
(universidades), idealmente en Chile, aunque tal vez lo profesional me mantenga
ligado a Estados Unidos. Vamos a tomar la decisión una vez que se presenten las
ofertas.