La pérdida de control y el rompimiento de las normas generan miedo y angustia, dos emociones que ayudan a creer más fácilmente en noticias que son falsas.
La situación
que vive el país ha generado una ola de rumores como “Vecinos, saquearon el
condominio del frente”; “Solo queda bencina hasta hoy”; “Escuché que mañana
cortan el agua”. Estos comentarios, además de una serie de información falsa,
generan un impacto importante en la salud mental de la población.
Así lo
señaló María Paz Altuzarra, psicóloga y académica de la Escuela de Psicología de la
Universidad de los Andes en entrevista con el diario La
Tercera. Plantea que lo que hemos observado en los últimos días, genera
susto e incertidumbre en las personas, porque es sorpresivo y violento. “En una situación normal, las personas
tienden a controlar todo, pero la incertidumbre genera un no control y eso
angustia”, señala María Paz.
Ante los
rumores y noticias falsas, la especialista dice que no se debe creer todo lo
que leemos o vemos y es fundamental, revisar las fuentes. “Tampoco es bueno estar con la televisión encendida todo el día, debemos
saber qué está ocurriendo, pero no tanto tiempo. Tanta información angustia más
a las personas. Ayudar a limpiar, llevar comida a los bomberos, hacer algo
productivo en la crisis y colaborar, también ayuda a disminuir la angustia.
Comprar en el supermercado, devuelve un poco de control, pero no es la receta
mágica. En el fondo, lo que tenemos que lograr es una preocupación normal
frente a lo que está ocurriendo”, dice.
Ana María
Rodríguez, psicóloga de la Clínica Universidad de los Andes, conversó
con Emol
y recomendó aprovechar este tiempo para conectarse con los niños y, según su
edad, ir conversando y preguntándoles cómo se sienten.
“Si son niños, aprovechar para poder mejorar
nuestra relación, juntarnos con ellos y conversar. Si nos ven que estamos
tristes o con rabia explicarles también por qué, que no es culpa de ellos. Explicarles
qué es lo que a uno le está pasando, pero sin sobredimensionar las cosas. Por
ejemplo, si ven a una mamá o papá nerviosos que van al supermercado o van a
hacer las colas para echar bencina, es muy distinto que, si te ven más
tranquilo“, indicó la especialista.
Finalmente señaló que es recomendable “no
exponerlos a imágenes fuertes de tanta violencia y transmitir que después las
cosas van a estar mejor”.
Puedes
revisar las notas de La
Tercera aquí y la de Emol
aquí.